Las memorias del General José Antonio Páez

Hace días hallé las memorias de Páez en una guía guardada entre mis lecturas universitarias que detalla el escrito de Arturo Uslar Pietri, titulado «Hacer hombre».

Las memorias de Páez son un legado que guardo con mucho aprecio porque describe las penurias que pasó el General José Antonio Páez durante su infancia. Esta serie de sucesos que ayudaron a la formación de Páez, hasta convertirlo en la figura heroica que conocemos en los libros de historia de Venezuela. 

Según Pietri, el trabajo duro en el campo y las órdenes del capataz Manuelote fueron la escuela de enseñanza para el General. Puesto que aprendió las exigencias de un jefe y el esfuerzo que conlleva el trabajo duro, para obtener un mejor futuro.

El adiestramiento aprendido en la «ruda escuela» del campo, tuvo como ventaja la formación de un hombre honorable y fuerte que luchó hasta convertirse en el prócer de la independencia de Venezuela. Además, en las memorias de Páez indica que el General estimó las enseñanzas de su maestro de vida, ya que durante la lectura se detalla que Páez, en plena guerra, tuvo la oportunidad de encontrar a Manuelote entre los prisioneros. Momento propicio en que Páez liberó al sujeto que lo ayudó «hacer hombre».

Al final de la historia, Pietri hace una analogía del hombre con la planta xerófila, porque la planta requiere un tratamiento con «un cierto grado de pobreza de medios y dificultades para dar de sí todo lo que tiene en potencia». Con respecto a esta cita de las memorias de Páez, me parece propicio relacionarla con la sociedad actual, ya que hoy en día, la nueva generación de jóvenes no tiene la capacidad de enfrentarse a las dificultades de la vida, porque no han adquirido las enseñanzas requeridas del trabajo duro. Lo que garantiza la formación de un individuo íntegro. La facilidad y el sedentarismo se han convertido en el nuevo estilo de vida de esta generación que no agiliza su madurez. 

Las condiciones están al alcance de todos. Sin embargo, está en cada uno de nosotros aprovechar cada momento y aprender que el trabajo duro es lo que te enseña a ser un gran líder como lo fue el general José Antonio Páez. 

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