En pleno siglo XXI y con tanta tecnología vivimos sin libertad de expresión en las redes sociales.
La locura más absurda es estar saciados de tecnología y vivir el presente sin libertad de expresión en las redes sociales.
No existe un pensamiento libre sin tener a la mano un aparato electrónico. Ya el sujeto no quiere pensar, ni actuar. Entonces, dónde queda el libre pensamiento.
Es cierto que, en la actualidad hay distintas plataformas digitales que le dan la libertad al usuario de expresarse de cualquier tema. Sin embargo, la censura está más radical. No se puede tratar ciertos temas entorno a la problemática de la sociedad actual. Hasta tal punto que, al momento de darle clic a tu comentario, automáticamente la inteligencia artificial te bloquea.
En el caso de los grupos cerrados es todavía mucho más complicado porque exigen responder a una serie de preguntas, a modo de selección para la aceptación. Por lo que, si tus respuestas no son admisibles, no te garantiza la aprobación.
Además, opinar en las redes sociales se convirtió en una constante lucha que no tiene fin. Ya que pensamos que somos seres libres, pero tenemos más represión de lo que te imaginas. Crees tener la libertad de opinar, pero cuando te expresas no hace falta un usuario que te quiera callar, solamente porque no acepta tu criterio.
Hay tantos verdugos cibernéticos que obligan a los demás a seguir el mismo modelo de pensamiento, porque pensar diferente no está bien visto.
La realidad es que en las redes sociales están saturadas de usuarios perfectos que quieren aparentar que sus vidas son magistrales, cuando la ignorancia brota en sus palabras, al pensar que su verdad es absoluta.
Hasta cuando silenciarán nuestras voces en un mundo lleno de inteligencia artificial.
La libertad está en juego. En plena era digital la censura cada vez está más arraigada. Nos hacen creer que no podemos actuar ni pensar por nosotros mismos, porque todo lo soluciona la tecnología. |
En pleno siglo XXI la libertad de opinar es una constante lucha que pareciera no acabar.
En la actualidad, los sujetos quieren ser voceros de su cotidianidad. Sin embargo, tener la atención de la masa se convirtió en una tarea bastante arriesgada para quien quiere ser escuchado.
Entonces, que complicado es opinar en las redes sociales porque tu opinión se basa en buscar la aceptación de los demás usuarios. Si no es aprobado se convierte en una guerra digital. Hasta sentirte que hiciste el peor de los crímenes ¿Esto cuándo acabará? No tenemos la respuesta, lo que sí es que a medida que pasa el tiempo es menos la libertad de expresión en las redes sociales.