Aprendí a ser mi prioridad antes de todo. Es una tarea que amerita tener constancia en tus decisiones.
Aprendí a ser mi prioridad antes de todo. Es una tarea que amerita tener constancia en tus decisiones. Muchas veces, es doloroso porque en el proceso, hay que aprender a decir que no cuando tu corazón dice que sí.
Ser una persona insegura tiene sus desventajas. Pierdes mucho por temor a avanzar y poco a poco olvidas lo que realmente te hace feliz. Mientras que tu mente se nubla con pensamientos negativos, al pensar que no tienes oportunidades, cuando la realidad es que el temor por sentir te aleja de lo que es mejor para ti.
En lo sentimental ocurre lo mismo. Al convivir con la pareja sientes el compromiso de estar con la persona que te hizo sentir por primera vez el amor a gran escala. Entonces, las prioridades cambian, al pensar que todo se lo debes a tu persona favorita.
Así sea en lo laboral o sentimental hay que tener un balance en cada proceso. Porque sentirse bien consigo mismo es la prioridad que no debe quedar en segundo plano.
El sujeto debe desarrollarse en todos los ámbitos para sentirse a plenitud. El deber ser es mantener una actividad que pueda expandir sus habilidades. Aunque, muchas veces, nos alejamos del propósito por la rutina diaria.
En ocasiones, me sentí así en el ámbito profesional y la mejor solución fue ser mi prioridad en todo momento. Un proceso que me llevó trabajo porque diariamente, tenía que recordar cuales eran mis objetivos principales. De vez en cuando, olvidaba lo que realmente quería para mi vida y me alejaba de mis sueños. Por lo que me perdía en el camino, que se tornaba oscuro y sin salida.
Poco a poco, aprendí a decir que no y dejar el temor por el sí. Cuando quieres cambios en tu cotidianidad es importante entender que no es malo ser egoísta y aceptar que puedes decidir a tu conveniencia, siempre y cuando no hagas daño a nadie.
Además, es importante mejorar la autoestima para tener la confianza de ejecutar la habilidad de tu preferencia.
La prioridad de cada quien es sentirse feliz, aunque a los demás no les guste. Es dedicar tiempo a lo que te ayudará a crecer y formarte como mejor persona. A no sentir miedo por arriesgarte, sin pensar en lo que dirán.
Recuerda que la vida tiene un tiempo limitado y hay que aprovecharlo para cumplir los sueños con esfuerzo y constancia.
Es muy fácil sumergirse en la cotidianidad, olvidando lo que debe ser prioridad para ti. Al pensar en los demás, ignorando lo que es amarse a sí mismo. Lo que ocasiona la baja autoestima.
Por eso es importante ser la prioridad en tu vida. Cumplir los sueños y hacer lo que dicte tu corazón, siempre y cuando no le hagas daño a nadie. Todos tenemos oportunidades en la vida.
Esa es la verdadera felicidad.