Perdí mi laptop. Dejó de dar señales y mi mente se sintió desolada. Todo mi trabajo está en pausa y mi corazón está hecho pedazos.
Las últimas semanas fueron complicadas porque se apagaba, mientras trabajaba. Perdí parte de mi trabajo. Pensé que era por cuestiones de memoria, pues utilizo programas de edición que requieren mucho espacio. Así que pensé en buscar ayuda profesional.
Sin embargo, en cuestiones de horas se fue apagando poco a poco, hasta que la pantalla quedó en completa oscuridad. Tal silencio se convirtió en señal de que algo no estaba bien.
Intenté encenderla, hasta que me di cuenta de que eran puros intentos fallidos. Perdí mi laptop y no pude hacer nada para repararla.
Una semana antes, sentí que algo no estaba bien, por lo que hice respaldo de contenido. En el proceso del traslado, me encontré con tantos recuerdos que me invadió la nostalgia.
Tenía más de diez años con mi ordenador. Muchos recuerdos estaban allí. El aparato fue bueno conmigo porque protegió mis recuerdos más que mi tonta cabeza.
Fue parte importante de mi vida. Nunca lo pensé así, pero mi laptop me acompañó en mis inicios de la escritura.
Estuvo conmigo en la creación de mi primer blog. Escribí mi tesis de pregrado. Me acompañó durante largas noches en las que estudiaba y repasaba las líneas para mi defensa de tesis.
Fue mi compañera para escoger mi vestido de novia y resguardó cada detalle de lo que quise para mi boda. Luego, al ver tanto contenido, surgió la idea de escribir mi experiencia nupcial. Por lo que redacté cuatro capítulos publicados en mi web.
Más adelante, me acompañó a la decisión más arriesgada de mi vida. Emigramos juntas de la mano.
La carpeta más emblemática son las fotos. Resguardó mis mejores años en mi país, antes de emigrar. Imágenes que, al verlas, me recordó lo feliz que fui en mi tierra.
Las fotos más bonitas son las de mi embarazo y la llegada de mi primer hijo. Un sin fin de fotos y vídeos que al verlas me colmaron de nostalgia por entender que mi bebé se está convirtiendo en un niño hermoso de dos años.
Muchos recuerdos guardados en un ordenador que, posiblemente, sea un simple objeto, pero para mí fue mi compañera de aventura en este camino de las letras.