Ana, ¡No te equivoques en navidad!

Capítulo 1: El fracaso toca la puerta

Ana recoge algunas cajas llenas de productos de belleza y se sienta en el piso de su habitación. Las organiza una encima de la otra, hasta crear una torre a la altura de su pecho. Se siente agotada. Sin ánimos de grabar. Recuerda pequeños episodios de la noche anterior y bosteza del sueño. 

Revisa entre su maquillaje regado por el piso un espejo para retocarse. “¡Que bella soy!”, piensa mientras detalla su nariz perfilada. Utiliza su dedo con delicadeza para quitarse los residuos de rímel que adornan sus párpados.

Observa su rostro lánguido, por lo que abre un poco más la mirada para resaltar sus ojos verdes esmeralda. Seguidamente, se peina el cabello rubio con sutileza, para eliminar las ondas que se hizo la noche anterior cuando salió de fiesta con sus amigos. 

El labial está corrido, por lo que corrige la imperfección con su dedo. Acomoda su espalda y se inclina un poco para recostarse a un lado de la cama. “Estoy lista. A mi rostro no le hace falta tanto retoque”. Dice en voz alta. 

Acomoda el celular encima de las cajas y se conecta para iniciar un en vivo en la red social. 

― ¡Hola!, mis preciosas y preciosos que forman parte de esta linda comunidad. Estoy encantada de que me acompañes en este live. ―entusiasmada―. Seré sincera. ―baja la voz en tono emotiva―. Me siento muy agotada por todo el trabajo del día de ayer, pero ¿Qué creen? ―retoma su voz emocionada― pudimos recolectar mucho dinero para el nuevo proyecto de la casa hogar. Así que este año, los niños tendrán su regalo de navidad, gracias a tu colaboración. Una vez más, estoy agradecida contigo por esta oportunidad que me das de ayudarlos. Es un sueño que siempre quise hacer y esta vez lo haremos realidad. 

Ana expresa su discurso frente a su celular, conectado con más de tres mil espectadores que forman parte de su comunidad en las redes sociales. 

Cada palabra que dice intenta emocionarse, hasta tal punto de derramar algunas lágrimas. Culminado su discurso, se seca rápidamente las gotas de desesperación y revisa los comentarios en el chat. En eso, escucha el sonido de la puerta de su casa que la cierran con mucha fuerza. Tal sonido despierta la duda por saber quien entró con tanta dureza.

Intenta ocultar su incomodidad por la situación y sigue leyendo los comentarios algo nerviosa.

Los pasos acelerados son más fuertes y se acercan cada vez más a la puerta de su habitación. 

Asustada, sigue leyendo los comentarios y observa la entrada de la habitación. En eso, abren la puerta. Exaltada, deja caer el teléfono con la transmisión en vivo. 

― ¡Ahh! ¡Eres tú! Edgar me asustaste. Pensé que era un extraño ¿Por qué estás tan molesto? ―Pregunta desconcertada.

― Eres el colmo 1 Ana. Revisé la cuenta bancaria y hay un pago exagerado por la compra de una cartera. Con eso pudimos pagar la renta del apartamento. Ahora el dueño quiere desalojarnos mañana, antes del mediodía, porque debemos dos meses de renta. 

Ana nerviosa lo mira y le hace señas que se calle la boca. 

― ¡No me hagas así! ―levanta cada vez más la voz― Ya estoy cansado de tus gustos excéntricos. Tenemos un año viviendo juntos y lo que haces es malgastar nuestros ahorros en lujos y viajes. ¿Qué hiciste con el dinero que te daba para pagar la renta? 

― No me reproches los viajes porque bien que los disfrutaste. Además, dos meses de renta lo puedo generar en menos de una hora, conectada a las redes sociales. 

Ana se levanta del piso disgustada por los reproches de su novio. Lo que hizo que olvidara que su celular seguía en el piso con el en vivo.

Cada vez la discusión se torna más severa, debido a los derroches que hizo la joven influencer durante los últimos meses. Mientras más generaba ganancias, aumentaban los gastos en ropa, joyas y viajes. Pero lo que desencadenó más la molestia de Henry fue la compra de una cartera de 8.000 dólares. 

― Esta discusión se acabó. Quédate con tus gustos y excesos. Sigue quitándole dinero a tus seguidores que ni siquiera quieres. 

El joven comienza a empacar sus pertenencias. 

― No te metas con mi trabajo. Al menos, ellos me sirven para algo. ―dice con reproche. 

― Lo que haces no está bien. Aparentas una vida de lujos que no tenemos. Ahora está recolectando dinero, y quien sabe si pusiste como excusa a los niños de la casa hogar. 

― No me imaginé que fueras tan envidioso por mi trabajo. ―se acomoda el cabello mientras lo mira con indignación por acomodar su ropa en la maleta.

― ¿Qué trabajo? estás muy mal al pensar que pedir dinero a tus seguidores es un trabajo ¡Esto se acabó! ―dice exaltado. 

― ¡Pues se acabó! ―Ana se queda en silencio unos segundos, hasta expulsar las siguientes palabras con rabia― No quiero estar con una persona fracasada.

Silencio incómodo.

― ¿Fracasado? ―Si crees que ganar dinero con un sueldo honrado como arquitecto es ser fracasado, pues estás muy mal. 

Ambos se miran decepcionados. 

― En qué momento te convertiste en esta mujer vanidosa y dejaste a la que un día me enamoré. Espero no te pierdas en ella. No estaré allí para ayudarte. 

Edgar sale de la habitación y queda el cuarto en completo silencio. Ana cierra los ojos y lamenta la pelea. Piensa que la palabra “fracasado” estuvo demás. 

Respira profundo y recuerda que nunca recogió el teléfono.  Lo busca en el piso y revisa que aún hay espectadores conectados. Desesperadamente se desconecta y se sienta en su cama. Al instante, el celular comienza a llenarse de notificaciones. Revisa los mensajes de personas que le escriben:

“Estafadora”. 

“Deja de robar dinero”. 

“Busca un empleo decente”. 

“Devuelve el dinero que le quitaste a tus seguidores”. 

No entiende los mensajes de sus seguidores y recuerda que, mientras discutía con Edgar, el celular estaba conectado al en vivo. Entendió la molestia de la gente. Respira profundo y cierra los ojos. 
 ― “La recolección para la casa hogar si es verdad”. ―Suspiros― Cómo me van a creer. ―Piensa en voz alta, mientras se deja caer a la cama.

  1. Colmo: Según el diccionario de la Real academia española significa: «Haber llegado a tal punto que razonablemente no se puede superar». ↩︎
Ana, no te equivoques en navidad

Sinopsis:

Ana es una joven influencer y será la protagonista de un evento desafortunado en las redes sociales, a pocos días de navidad. Lo que ocasiona que su novio Edgar, quien lleva dos años con ella, termine la relación. Ana, al sentir la soledad en los días festivos, aprenderá la mejor lección de su vida.

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Sinopsis:

Se conocieron en una fiesta. La joven vestida con un short desaliñado y un top oscuro que da indicio a su vida relajada. Él simplemente la vio y le gustó.

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