Ella y él: capítulo 9

Ella y él

Ella y él: capítulo 9

Siento que la cabeza me va a explotar. Todo da vueltas y nada se detiene. Camino poco a poco hasta el baño. Mis ojos aún siguen cerrados, pero intento abrirlos a la fuerza. Volteo y ella sigue dormida. Cierro la puerta del baño lo más lento posible para no despertarla. Pienso en cómo ducharme sin sentir el agua fría. Pero no encuentro solución sino meterme rápido. Culminado el baño, me siento un poco mejor. Seco mi cuerpo y sacudo el agua de mi pelo. Abro la puerta con el menor ruido posible. Al abrirla, observo su cuerpo desnudo acurrucado de un lado intentando despertarse.

Inclino mi cabeza para observar la saliva por toda su mejilla. Sonrío con gracia. Escucho su voz como murmullo. No entiendo lo que intenta decir. El sueño impide despertarse. Me acerco para descifrar lo que quiere decirme, pero aún sigue dormida. Me acerco un poco más, hasta sentir su respiración. ⏤ “¡Me tengo que ir!”.
Se levanta de un salto como si le hubiesen hecho cosquillas en los pies. Me pregunta la hora a lo que mi cuerpo responde con un movimiento de ignorancia hacia su duda. Le sugiero bañarse como solución a su resaca, y que utilice mi toalla porque no hay más limpias. Acepta y camina directo al baño con pasos atolondrados.

Al rato, sale del baño para vestirse apresurada. Mientras busca sus sandalias por toda la habitación, me explica que debe regresar a la ciudad antes del mediodía para cumplir su horario laboral. Le sugiero llevarla a su destino.


⏤ Gracias, pero mejor me voy en bus. ⏤en tono de seriedad.
⏤ Insisto en llevarte.
Me observa con cierta duda a mi ofrecimiento. Es la primera vez que me mira desde que se levantó de la cama.

Siento incomodidad a su apatía desde que se despertó. Supuse que está preocupada por su trabajo por lo que intento ayudarla a buscar sus sandalias debajo de la cama. Seguidamente, se las entrego para luego revisar la hora en el celular.


⏤ Apenas son las nueve de la mañana. La ciudad está a una hora de aquí. Podemos llegar antes del mediodía ¿Qué dices?
Nuevamente, observo su mirada de intriga a mi propuesta como si fuera la primera vez que alguien es amable sin pedir nada a cambio. El silencio acapara el espacio. Muerde sus labios como señal de que piensa su decisión.

⏤ Está bien. Pero primero tengo que ir por mis cosas a casa de mi amiga.

*

El camino duró una hora y media desde la playa hasta la ciudad. Hablamos de los gustos por la música, la comida y ciertas anécdotas graciosas con los amigos. No hubo tiempo de hablar de parejas pasadas o de novios presentes. La conversación fue tan amena como si nos conociéramos desde siempre.

Estaciono la camioneta desde una distancia prudente a la pequeña farmacia. Reviso la hora del celular y comento con satisfacción que sí le cumplí lo prometido de traerla a su trabajo antes del mediodía. Ella agradece con una sonrisa forzosa a mi cumplido.

Llega el momento de la despedida y siento las ganas de seguir compartiendo con ella, por lo que pienso en invitarla a cenar, luego de cumplir con su jornada laboral. Sin embargo, ella se adelanta a la despedida con una frase inesperada.

⏤ Arturo me encantó conocerte. Cuidate.

Sus palabras me dejaron atónito. Sentí que me observaba a mi mismo decir esas mismas palabras cuando me despedía de las mujeres que no quería ver más. No tengo su número telefónico, tampoco su dirección de residencia. Apenas sé su nombre y la ausencia de un apellido para buscarla en las redes sociales. Su despedida me dio a entender que para ella fue una simple noche de placer, sin la necesidad de querer algo más.

No sabía qué contestar ni como explicar las ganas de volver a verla. Como explicarle que quiero conocer todo de ella. Saber si tiene novio. Dónde vive. Sí le gusta el café por las mañanas o ir al cine. Son tan absurdos mis pensamientos que por un segundo pensé en seguirle la corriente y despedirme. Pero yo quería más.

⏤ ¡Así no más! ¿Te vas? ⏤Con voz apaciguada⏤ ¿No tengo ni tu número?

Observo nuevamente su mirada desconcertada por mi respuesta. Me daba a entender que le parecía extraño que quisiera seguir viéndola.

⏤Te seré sincera. No creo que funcione. ⏤responde con seriedad y tal convicción.

¡Guao!, ¡Increíblemente! somos tan parecidos que jamás pensé en cómo reaccionar cuando te rechazan. Pareciera que los papeles se intercambiaron en mi auto. Tantos rechazos que hice y ahora me sucede en mi propio espacio.

Sin embargo, el sentimiento de querer seguir a su lado, seguía intacto. Cada palabra de negación de parte de ella, crecían mis ansias de querer descifrar y seguir intentándolo.

Mientras más escucho su explicación sobre por qué no funcionaríamos como pareja, me di cuenta que observa a los alrededores de la calle sin tener la valentía de mirarme a los ojos. Algo me decía que mirarnos era la clave de todo. Eso sirvió la noche anterior. Toco su mejilla e intento mover su cabeza en dirección a la mía. Tuvimos contacto visual. Ella sonríe apenada. Aprovecho la oportunidad para robarle un beso. Se aparta un poco. Por primera vez, siento timidez de su parte. En eso, se acerca y me besa con fuerza. Nuestras lenguas se extrañaron desde la noche anterior. Nuestras manos se entrecruzan y siento la necesidad de sentir el calor de su cuerpo. Ella se aparta de mí y escucho su voz acelerada que dice que se tiene que ir.

⏤ ¿Me indicas a qué hora sales?

Arregla su cabello, mientras me responde que a las 7 pm.

⏤ Estaré aquí a las 7 y 15 pm. Si no te veo es porque me queda claro que no quieres verme más. Sigues tu camino y yo seguiré el mío. ⏤sugiero con voz apaciguada.
⏤ Te dije que no va a funcionar. Somos tan distintos. ⏤observa desde la distancia la farmacia.
⏤ Piénsalo. Estaré aquí a las 7 y 15 pm. ⏤le beso la mano como despedida.

No sé si tiene novio o si está soltera. Si funcionará o no. Solo siento las ganas de seguir disfrutando su compañía.
Se baja del auto. Me mira y se despide. La observo como poco a poco se aleja de mí y yo sin saber nada de ella más que solo su nombre: Alejandra.

Espero a que entre a la farmacia para disfrutar su silueta que poco a poco se aleja de mi presencia. Enciendo el auto para retirarme. La observo por última vez.

En eso, detallo que se acerca un joven a ella. Mi instinto por averiguar quién es me hace apagar el auto. La saluda por la espalda en plan de amigo. Ella voltea su cuerpo, algo nerviosa por sentir la cercanía del extraño. Lo abraza con mucha efusión. Una expresión que no había notado desde que la conozco. Está nerviosa y un tanto alegre.

No deja de sonreír y juega con su pelo como niña tímida. Mientras que el extraño la mira con indiferencia y mueve las manos como si le explicara algo. Ella no para de mirarlo y coquetear con su pelo. En cambio, no hay respuesta cariñosa de parte de su amigo. Al instante, se aproxima una mujer alta y con melena larga que toca las nalgas del joven para apartarlo de la conversación. El joven voltea y le da un beso apasionado a la mujer esbelta. Mientras que Alejandra agacha la mirada desilusionada por el penoso escenario.

Lee el capítulo 10

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Sinopsis:

Se conocieron en una fiesta. La joven vestida con un short desaliñado y un top oscuro que da indicio a su vida relajada. Él simplemente la vio y le gustó. Ambos se vieron toda la noche, hasta que él decide dar el primer paso para crear su historia de amor.

Es un relato corto de amor entre dos jóvenes que se conocen en una fiesta. La historia es narrada en primera persona por el protagonista, quien conoce por primera vez a la persona incorrectamente perfecta.

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