Microrrelatos

AMOR NO CORRESPONDIDO

Por fin veo la luz del cielo, luego de varios días. No recordaba cómo eran las mañanas hasta que mi rostro sintió los rayos del sol como señal que ya había amanecido. Tengo la mirada perdida. Camino con pasos acelerados para olvidar el encuentro que tuvimos. Levanto la mirada y observo un señor que se encuentra en la parada de autobuses. Supuse que tenía que contar lo sucedido a la primera persona que observo desde mi escapada. Aprieto su brazo, implorando ayuda con palabras sin sentido. Al escuchar mi testimonio, se aleja de mí como si fuera la culpable de un terrible crimen. En ese instante, entendí que matarte no era la solución para un amor no correspondido.

LA FUERZA DEL VIENTO

Escucho la brisa ligera del campo. Su sonido aturde mis oídos como la caída del agua en pleno riachuelo. A lo lejos percibo el sonido de la música moderna que me hace sentir que no estoy sola. Sin importar el ruido saturando mis sentidos, mi mente no olvida el sabor de tus labios que me dejaste aquella noche.

El ruido del viento se torna más fuerte. Es como sentir la cercanía del mar en pleno atardecer de verano. Cierro mis ojos y trato de transportarme al momento en que tus manos tropezaron con las mías, para unirse y empezar un intercambio de susurros y delirios.

Mis sueños son muy cortos, pero no los quiero apartar de mi ser. Por eso sigo escuchando el sonido del viento tan fuerte como el amor que nació en mí, al verte por primera vez.

ANTES DEL AMANECER

Apenas son las cinco de la mañana y escucho el llanto de mi ser, pidiendo a gritos un alimento antes del amanecer. Entre mi desespero, reviso, nuevamente, mi carpeta para recordar que existe una nueva oportunidad para esta pesada vida que me tocó padecer.

Al salir de mi casa, escucho voces de desespero que piden a gritos un cambio de esperanza.

Luego de una hora de camino, llego a mi fiable destino. Subo un piso de aquel edificio. Al llegar al sitio, me recibe la irritante voz de una joven que me dice: ¡vuelva mañana, ya no hay cupo para su hospitalización!

INSONMIO POR LAS NOCHES

Despierto a media noche por mi terrible insomnio. Busco en mi gaveta alguna pastilla para atraer el sueño, pero no consigo nada. Voy a la cocina y observo tu presencia, fresca y limpia como siempre, esperando a que duerma para empezar la fiesta.