Amor eterno es una historia que nunca fue pero que siempre está presente.
Sus pasos son leves y cuidadosos para no tropezar con nada en el camino. Utiliza el bastón para evitar un nuevo accidente. José se levanta de la cama y toca el piso con ambos pies, sin esperar que todo su cuerpo se despierte por el sol de la mañana. Siente el peso del enorme cuerpo, pero su mente jovial, rechaza los años de su vida. Bebe un sorbo de agua, mientras que piensa en lo eterno que será el día. Deja el vaso en la mesa de noche y sujeta el bastón con la furia de su molestia.
Camina poco a poco hasta llegar al baño. Se mira en el espejo y sus ojos se llenan de lágrimas. Otra arruga más, otra cana más. Piensa en los años de su vida, convertido en simultáneas arrugas que decoran su amplio rostro. Sonríe al recordar los episodios fugaces de las aventuras salvajes en los momentos de su juventud. Cierra los ojos y ríe a carcajadas, al recordar cuando saltó en paracaídas con su mejor amigo. Entre recuerdos fugaces, un episodio inesperado invade la tranquilidad de su mente. La figura de una joven mujer que ríe y lo mira de reojo.
La nostalgia por una imagen fugaz afecta su estado de ánimo. Respira profundo y siente la soledad que invade aquella casa gigante y lujosa que se convirtió por años en la cueva de un anciano.
José sale del baño aún con lágrimas en los ojos y con la ayuda de su bastón de madera. Camina directo al amplio salón principal donde tiene un hermoso escritorio color nuez que decora parte de la sala. Abre la gaveta y toma el lápiz y el papel. Comienza a escribir un pequeño poema para su amada.
Te sueño cada vez que quiero verte,
y te recuerdo como la primera vez que te vi.
Así me flechaste.
Que tonto fui al no acercarme a ti,
pero sentí que no eras para mí,
y por eso no te seguí.
Pero, a veces, te extraño
y recurro al sueño para recordarte.
Ver tus ojos con esa mirada tierna
y un tanto alucinante.
Quiero verte de nuevo, aunque sea un instante.
Pero mi vida poco a poco termina,
y solo me queda soñar,
sentir que me besas con pasión desmesurada.
Que alguna vez fuimos uno,
como dos enamorados.
El amor es una locura,
aunque nunca sentí amor por ti.
Pero si me hiciste mover mi mundo
porque aún sigo pensando en ti.
José deja caer el lápiz al piso, mientras que sus lágrimas mojan el papel con cada palabra hecha verso. Intenta romper la hoja, pero es dura y por más fuerza que pone para destrozarla, el papel le gana. Siente coraje por no deshacerse de sus palabras, por lo que busca desesperadamente un yesquero para quemarla. Luego, culminado el proceso se levanta y vuelve a la cama.
A la mañana siguiente José se levanta de una vez, tocando el suelo con ambos pies. Se levanta entusiasmado y camina hasta la cocina de su casa. Bebe un sorbo de agua, mientras mira por la ventana. Observa su reflejo desde el ventanal. Vislumbra las arrugas que le hacen recordar el amor que quiso tener y se alejó por miedo a la desdicha y el dolor. Su mente recuerda a la figura de una joven mujer que ríe y lo mira de reojo. Sus recuerdos son dolorosos por lo que camina poco a poco hasta su escritorio para buscar el lápiz y el papel y desahogar el sentimiento de su amor eterno en pocas palabras hechas versos.
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Sinopsis:
Se conocieron en una fiesta. La joven vestida con un short desaliñado y un top oscuro que da indicio a su vida relajada. Él simplemente la vio y le gustó. Ambos se vieron toda la noche, hasta que él decide dar el primer paso para crear su historia de amor.
Es un relato corto de amor entre dos jóvenes que se conocen en una fiesta. La historia es narrada en primera persona por el protagonista, quien conoce por primera vez a la persona incorrectamente perfecta.
Leer el relato corto de amor aquí.