Capítulo 3: El ego por lo material
Ana camina apresurada por la calle llena de personas que realizan las últimas compras antes de la noche buena. Acelera el paso para intentar llegar rápido a la casa de los padres de Henry. ― “Espero estar allí cuando llegue del trabajo”, piensa mientras pide permiso a quienes están a su alrededor.
Siente molestia por la cantidad de personas que saturan el espacio. Quiere mantener la calma, pero es más la ansiedad por llegar a su destino que expulsa un grito incontrolable que acapara las miradas de todos.
El estruendo grito hizo que más de uno reconociera a la joven influencer. Entre ellas, una jovencita de apenas quince años. La observa de arriba abajo y comienza a gritar que es una ladrona y que regrese el dinero a los niños. Al sentir el rechazo del tumulto, se siente nerviosa por estar sola en plena calle.
En eso, se acerca un joven alto y bien fortalecido la sujeta del brazo y la lleva hasta la entrada de un edificio viejo, ubicado en un callejón poco transitado.
El joven de ojos ámbar la saluda con amabilidad, mientras que ella sorprendida le responde el saludo.
― Llegaste justo a tiempo. ― él sonríe, mientras sigue sujetando el brazo de la joven.
Pregunta intrigada si se conocen por la amabilidad de aquel extraño.
Su nombre es Victor, un joven de veinte años que vivió en el orfanato desde que la mamá lo abandonó. Luego de cumplir la mayoría de edad, decidió trabajar, ayudando a la casa hogar. Por lo que conoce cada fundación que ayuda a los niños. Este año, la manager de Ana, lo contactó para donar los regalos de navidad. Por lo que él comenta lo feliz que están los niños por este detalle. Pero no sabía que ella vendría a visitarlos.
No sabía qué responder, pues no se imaginaba que la casa hogar estaría en esa misma calle. Mira la hora en su teléfono y apenas son las dos de la tarde, por lo que pensaría que Henry aún seguiría en el trabajo. Así que acepta visitar la casa hogar.
El edificio es viejo y oscuro. Las paredes están agrietadas. No parece un espacio adecuado para tener niños viviendo allí. Caminan por un pasillo angosto que los lleva hasta el comedor. Al llegar, hay cinco mesas de plástico con sus respectivas sillas. Más adelante, una fila de niños ordenados por dos señoras, que supervisan la entrega del almuerzo. Se siente un silencio extraño por la cantidad de niños que no hablan entre ellos, solo esperan ansiosos el plato de comida. Ana observa con inquietud tanta tranquilidad en el espacio.
―Es mejor retirarse y esperar a que coman. ―explica el joven.
Continúan su recorrido hacia las habitaciones de los niños. En la medida en que caminan el joven explica cada espacio y las actividades que diariamente realizan los niños. En cambio, Ana escucha con atención, mientras que detalla la decadencia del espacio. Siente tristeza por los niños abandonados.
― ¿Quién puede vivir así? ―Exclama preocupada.
―En la casa hogar no vivimos de lujos, pero ofrecemos lo que cada niño necesita. La atención para su crecimiento. ―Él sigue caminando mientras explica con determinación.
Ana se siente apenada por su comentario tan indiscreto, por lo que intenta cambiar el tema.
― ¿El Gobierno los ayuda?
― La ayuda viene de las empresas privadas y personalidades que quieren aportar, así como lo hiciste tú. Tienes un buen corazón. ―sonríe mientras la observa a los ojos.
―No tanto como quisiera. ―agacha la cabeza para ocultar su tristeza.
― ¿Por qué dices eso?
―La gente piensa que soy una estafadora por culpa de un en vivo que hice ayer.
― ¿Es cierto?
Ana lo mira con extrañeza a su pregunta y le dice que no. Todo fue una confusión de palabras.
― Entonces, ¿Por qué te preocupas del que dirán?
Explica que ella vive de las redes sociales y del qué dirán.
― Pero estás aquí. Entonces, no te debe afectar la opinión de los demás si no saben tu verdad. No hay necesidad de enseñar la amabilidad en las redes sociales. Eso es tener el ego por lo material.
Agacha la mirada y le confiesa que lo siguió porque en la calle se encontró con personas que la estaban llamando estafadora. Le dio miedo estar sola.
― Ana, por las razones que fueras, tú decidiste venir y quedarte. Olvídate por un momento de los demás, y dale más importancia a lo que en realidad quieres.
La joven mira con atención a Victor que la observa con sutileza. En eso, se escuchan los pasos acelerados de los niños que van a entrar a la habitación.
El muchacho presenta a la influencer como la encargada de donar los obsequios en Nochebuena.
―Un gusto saludarte. Tu ayuda es una gran oportunidad para regalarle una sonrisa a cada niño ¿Te quedarás con nosotros para entregar los regalos? ―pregunta una de las señoras.
Una enorme sonrisa se dibuja en el rostro de Ana, opacando la tristeza de esta mañana.
―Claro que sí.
Sinopsis:
Ana es una joven influencer y será la protagonista de un evento desafortunado en las redes sociales, a pocos días de navidad. Lo que ocasiona que su novio Edgar, quien lleva dos años con ella, termine la relación. Ana, al sentir la soledad en los días festivos, aprenderá la mejor lección de su vida.
Contenido similar
Sinopsis:
Se conocieron en una fiesta. La joven vestida con un short desaliñado y un top oscuro que da indicio a su vida relajada. Él simplemente la vio y le gustó.
Ambos se vieron toda la noche, hasta que él decide dar el primer paso para crear su historia de amor.